Acerca de mí

Nací en la ciudad de Minas, departamento de Lavalleja, en la República Oriental del Uruguay. Tengo 47 años, una esposa maravillosa, dos hijas que son la luz de mi vida, y mucho por decir.

 

Por largo tiempo me pregunté qué podría hacer para ayudar a otros a encontrar la ayuda y las respuestas que a mí me faltaron en mi lucha contra la depression y la ansiedad. A ellas se han sumado el dolor físico crónico y, desde temprana edad, un fuerte adoctrinamiento religioso que causó traumas, culpa y sufrimiento emocional.

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El camino ha sido largo, y aún estoy lejos de completarlo, pero en la jornada he ido encontrado respuestas, ayuda y herramientas, que me han ayudado en la batalla y, más importante todavía, me han facilitado el disfrute de la vida.

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He sido una especie de trotamundos desde muy temprana edad, lo que ciertamente me dificultó el desarrollar raíces profundas. Será por eso que me resulta tan fácil identificarme con aquellos a los que les cuesta sentirse “en casa”, sin importer el sitio en el que se encuentren. Es este un desafío extraordinario que require fortaleza y tiempo para ser confrontado. Ni hablar cuando lo que buscamos es vencerlo.

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De igual manera, también en mi entorno familiar he experimentado situaciones difíciles relacionadas con la salud mental y emocional. Esto me hace sentir especialmente cerca a quienes han sentido en carne propia, la agonía de ver sufrir a un ser amado.

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Afortunadamente, también hay buenas noticias…

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Paso a paso y poco a poco, con ayuda de familiares, amigos y profesionales, hoy puedo decir que me encuentro en un mejor lugar respecto al que me encontraba ayer. No puedo compartir soluciones o pastillas mágicas, porque no las hay. Lo que sí hay es ayuda, tratamientos que funcionan, ciencia que informa y descubre. Y, sumando aún más recursos, he encontrado resultados por demás positivos al tomar un cuidado serio de mi salud física. Una estricta rutina de ejercicios y una nutrición saludable no son milagrosas, pero hacen maravillas. Éstas, han tenido un impacto tremendo en mi vida y es por ello que, muy frecuentemente, estaré haciendo hincapié en su importancia.

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Así es que, con gusto y esperanza, compartiré lo aprendido hasta hoy en esta jornada, intentando, a la vez, responder a aquellas preguntas que se me crucen en el camino, de la mejor manera posible.

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Espero que nos visites pronto nuevamente.

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Mientras tanto, cuídate y, como decimos en mi tierra: ¡vamo’arriba!