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Desde el pasado.

Actualizado: 25 ene 2023

Nuestro pasado nos ofrece dos opciones... vivir EN él o vivir DESDE él”.

— Brittany Burgunder*

Foto de Unsplash+ en colaboración con Getty Images

Recuerdo una vez en la que, hace años ya, preparé un mensaje de fin de año para compartir con familiares y amigos. En él, comenzaba diciendo que nos encontrábamos al borde de lo desconocido. Sorpresivamente para mí, a uno de los recipientes de mi mensaje esa frase le desagradó. Me cuestionó que expresase una idea así ya que, según él, ésta inculcaba temor, angustia e incertidumbre. Si no me falla la memoria, creo que fue poco o nada que atiné a responder. Tal fue la sorpresa que ese comentario me causó. Para mí, encontrarme frente a un futuro que se presenta en blanco, desconocido y misterioso, representa un lienzo limpio, prístino e inmaculado, a la espera de que yo comience a modificar su blancura con los trazos de mis ideas, intentos, fracasos y victorias. Sin embargo para esta persona, significaba algo amenazante, descorazonador y negativo. El gran aprendizaje que me quedó de esa lección (quizás demasiado tarde ya en mi vida) fue que, definitivamente, diferentes personas experimentarán diferentes sentimientos al observar una misma cosa.

No se trata de correcto o incorrecto, ni de bueno o malo. Es sólo una cuestión de perspectiva. Y la perspectiva cambia según la posición que el observador asuma.

Hacia atrás

La llegada del final de un año y el comienzo de uno nuevo provoca, en gran parte de nosotros, dos reacciones cuasi automáticas. Ambas tienen en común el punto de perspectiva: el ahora.

La primera reacción consiste en mirar hacia el pasado reciente, por razones tan variadas como personales. Ya sea para evaluar logros, encontrar respuestas que justifiquen nuestra situación presente, o para rememorar momentos dignos de recuerdo, mirar hacia atrás es casi un tic sentimental, un lugar común al que nuestro cerebro se dirige intentando encontrar explicaciones. Para mí, esto se debe a que el ayer es un lienzo escrito, pletórico de trazos, tachones y anotaciones marginales. A diferencia del futuro, no parece esconder misterio alguno. Aún así, a menudo encontramos respuestas escondidas entre las nieblas de la desmemoria.

Mirar hacia atrás es bueno. Al menos, a veces lo es. Hoy, en ese pasado, en mi propio “hacia atrás”, veo deudas, insuficiencias, golpes que parecieron demasiado fuertes a la hora de recibirlos, y alguna que otra victoria. Me encuentro consciente de mi pereza crónica, más allá de que, tal vez, sea uno de los perezosos que más se esfuerza por dejar de serlo sobre la faz de esta tierra.

Es bueno mirar atrás, pero sólo si se hace con sentido de búsqueda y con deseo de aprendizaje. Si revolvemos en el pasado sólo para desenterrar excusas y justificaciones, poca cosa buena recogeremos. Hoy, mientras transcurren las primeras jornadas de este año, intentemos ser más justos con nosotros, y menos condescendientes con el facilismo de señalar con el dedo a terceros.

Hay una frase de Steve Jobs que sólo logré entender hace poco tiempo, mientras buscaba comprender el porqué de ciertas situaciones por las que estaba atravesando: “Reitero, no puedes conectar los puntos mirando hacia adelante; sólo puedes hacerlo mirando hacia atrás. Así es que debes confiar en que esos puntos, de alguna manera, van a conectarse en el futuro. Tienes que confiar en algo: en tu instinto, en el destino, en la vida, en el karma, lo que sea.”

Es increíble cómo uno puede leer y releer, escuchar una y otra vez la misma frase y repetirla hasta el cansancio, sin comprender cabalmente su verdadero significado. Continuamente escuchamos que “no se debe mirar hacia atrás”. ¡Cuánto daño puede causar el seguir esta consigna a ciegas! Sin mirar hacia atrás, no conectaremos los puntos, ni identificaremos patrones, ni encontraremos soluciones.

Pregúntate si hoy es un buen día para hacer una pausa y mirar hacia atrás. Nunca sabrás qué hay en lo profundo si sólo buscas en la superficie.

Hacia adelante

Nuestra segunda reacción es mirar hacia el futuro, el cual suele ser más difuso. Su blancura, su casi absoluto vacío de contenido real –porque aún no se ha escrito– presenta tanto desafíos como ilusiones. Justo es decir, sin embargo, que ese vacío contemplado con un poco más de detenimiento, no es tal. Y no lo es porque el pasado se proyecta en él. Nuestras acciones de ayer condicionan, hasta cierto punto, nuestras elecciones de mañana. Una vez más, la perspectiva cobra importancia a la hora de planificar nuestro próximo paso. Es interesante, también, el detenerse a pensar qué tanta influencia tiene en nuestra planificación, el peso de las vivencias pasadas. Aquello que hicimos o dejamos de hacer; las decisiones que tomamos y las que postergamos; la ausencia de quienes estuvieron y ya no están, así como también de aquello que conocimos como hogar, y ahora se encuentra a millas de distancia. Muchas veces he escuchado hablar de la importancia de no mirar hacia atrás si de veras queremos enfocarnos en el presente. He leído frases y escuchado discursos que, básicamente, condenaban la memoria del pasado. Aún siendo alguien que se abraza al porvenir y se precia de siempre estar mirando hacia adelante, no negaré que mi pasado es fuente constante de consulta e inspiración, de consejo y sabiduría. No puedo simplemente dejarlo atrás, porque él sigue viviendo a mi lado. Esa convivencia no implica dependencia, ni esclavitud hija de culpas y errores pretéritos. Es, sencillamente, parte de lo que soy y de aquello en lo que me convertiré. Mirar hacia el mañana, parado sobre la colina del ayer, me resulta útil. Esto no implica ver al futuro como un valle pero, en lo que a conocimiento y experiencia se refiere, el camino recorrido siempre parece ofrecer puntos de vista más abarcadores y elevados que las incertidumbres de las planicies del hoy.

Desde ahora en adelante

¿A dónde voy, entonces, con esta disertación acerca del pasado y el futuro?

El final de 2022 y el comienzo de 2023 me encontraron visitando mi pasado. Lugares, aromas y afectos que están grabados en mi ser y con los que necesitaba reconectarme. Al mismo tiempo, esa visita me reubicó en mi presente, en mi hoy, pero también en mi futuro, obligándome a sopesar varias decisiones y poner más de un par de cosas en perspectiva. Todo eso, simplemente, porque entrando en contacto con ese pasado, y permitiéndome abrazarlo sin miedo, pude recordar sentimientos y sensaciones, al igual que confirmar necesidades que, aunque sospechaba que estaban ahí, me costaba aceptar. Y cuando hablo de “abrazar” el pasado, no me refiero a quedarme indefinidamente en él, regodeándome en la presencia intangible de cosas que ya no regresarán. Lo que quiero decir es que podemos, hasta debemos, dejar que el pasado se nos acerque y nos mire a los ojos, que nos hable mientras le escuchamos sin miedo, para poder continuar nuestro camino hacia el mañana.

No es que ayer no supiese quién era, sino que hoy tengo la memoria más fresca. Tampoco me saqué una venda de los ojos, porque no creo haberla tenido, pero al permitir que una brisa refrescante soplara, la niebla se despejó, permitiéndome ver con más claridad, y más lejos.

No te tortures con el pasado, pero recuerda sus enseñanzas. Deja que te hable. Con el tiempo, aprenderás cuáles palabras guardar y cuáles desechar. Deja que te hable. Úsalo, apréndelo, conócelo y luego sí, pon proa hacia el puerto hacia el cual zarpaste.

El pasado no es nuestro enemigo, y la incertidumbre del futuro, no es una condena.

No les temas. Son parte de quien eres, y de en quién te convertirás.

* Brittany Burgunder es una “Life Coach” profesional certificada (C.P.C., por sus siglas en inglés) especializada en trastornos alimentarios. Es una ex jugadora de tenis y competidora ecuestre profesional que luchó contra un trastorno alimentario durante más de una década. Habiendo superado sus propias luchas, Brittany se dedicó a ayudar a otros a encontrar el camino hacia la recuperación. Hoy en día se dedica a generar conciencia pública acerca de los trastornos alimentarios y de salud mental, y de los desafíos que enfrentan aquellos a quienes estas condiciones afectan.

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Hola. Gracias por tu visita.

Espero que esta publicación te sea de ayuda e inspiración.

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