top of page
  • Facebook
  • Instagram
  • Twitter

El mensaje detrás del dolor

Actualizado: 26 sept 2021

“El dolor no se presenta en nuestra vida sin una razón. Es un signo de que algo en ella necesita cambiar.”

— Mandy Hale*



Hace muchos años escuché una frase que cambió mi percepción acerca del por qué hacemos lo que hacemos, y actuamos como actuamos:

“Todo lo que hacemos en la vida tiene dos únicos propósitos: disfrutar del placer, o evitar el dolor.”

Palabras más, palabras menos, ese era el mensaje. Más de una vez me he encontrado intentando buscar una tercera razón pero, irremediablemente, siempre termino quedándome con las mismas dos.

No planeo aquí presentar una defensa a ultranza del dolor. En realidad, lo que me motiva a hablar de él es el tratar de ofrecer una perspectiva menos frecuente del porqué de su existencia, y del propósito de su presencia en nuestras vidas. No me sienta bien el demonizar al dolor como algo de lo que, simplemente, se debe huir. Es lógico por demás el intentar evitarlo pero, justamente, una de las condiciones imprescindibles para lograrlo es no ignorarlo.

Como acostumbro hacer, aclaro que estas no son opiniones profesionales, sino personales, surgidas de mis propias experiencias con el dolor físico y emocional. Las definiciones, ideas y conceptos que a continuación compartiré, son el resultado de mi aprendizaje a lo largo de años de tratamientos y terapias, tanto físicas como sicológicas.

¿Por qué es necesario el dolor?

Fisiológicamente, el dolor señala a nuestro sistema nervioso que nuestro organismo, o una zona de éste, está expuesta al riesgo de una lesión. Debido a esto, se desencadenan una serie de mecanismos cuyo objetivo es evitar daños a nuestra integridad física. Es atinado concluir, entonces, que vivir sin dolor sería sumamente peligroso.

De forma similar, al hablar del dolor emocional, el concepto de mecanismo de protección también está presente.

En general, al indagar acerca de qué es, o qué causa el dolor emocional, se nos dirá que éste es una mezcla de emociones, una sensación o padecimiento que no tiene causa aparente, ni raíz en una aflicción física. Sin embargo, este tipo de aflicción nos indica que hay determinadas situaciones perjudiciales para nuestro bienestar emocional, y que es necesario realizar ajustes para restablecer un balance saludable en nuestras vidas. Ha sido comprobado, además, que en muchas ocasiones, el dolor físico es consecuencia directa de un trastorno emocional, tales como el estrés laboral, la angustia por una ruptura amorosa, o el dolor ante la pérdida de un ser querido.

En resumen, el dolor es necesario porque es el máximo y principal indicador de que algo está mal, de que corremos peligro, y de que es necesario investigar qué es lo que nos está sucediendo.

El dolor no tiene que, necesariamente, ser tu amigo, pero sí debería ser tu aliado.

Escúchale con atención. Bien podría salvar tu vida.

¿Hay esperanza en nuestra lucha contra el dolor?

¿Físico? Sí. ¿Emocional? También.

Es verdad que, no siendo doctor, sería extremadamente irresponsable de mi parte ofrecer cualquier tipo de certezas pero, con todos los increíbles adelantos de la medicina, tenemos razones ciertas para hablar de esperanza. Es por eso que, en esos momentos en que la desesperación arrecia, debemos informarnos, buscar ayuda, investigar acerca de las alternativas disponibles. Muchas veces, y aún contando con tantos adelantos científicos, la medicina no puede prometernos una cura, pero sí aliviar nuestro dolor. Esta es una realidad dura de aceptar, con la que he tenido que lidiar recientemente. Sin embargo, si bien debo aceptar que hay cosas que ya no volverán a ser como antes, me siento agradecido por tener acceso a tratamientos que prometen ayudarme a vencer el dolor. De igual manera, renuevo mi compromiso en seguir haciendo todo lo posible para mantener cualquier lesión o desgaste de mi organismo a raya.

Medicina, terapia, ejercicio, nutrición. Todas estas son herramientas fantásticas, pero también imprescindibles.

Descubriendo el mensaje detrás del dolor

Ya sea físico o emocional, tal como mencioné anteriormente, el dolor es una alerta, un mensaje que indica que algo no está funcionando como debería. En sí mismo, el dolor no es una falla, sino más bien la prueba de que tus defensas están funcionando apropiadamente.

Cuando decidimos tratar nuestro dolor, es necesario también preguntarnos cuáles son los ajustes que necesitamos implementar en nuestras vidas. ¿Cambios en nuestra rutina de ejercicio? ¿Modificaciones en nuestra nutrición? ¿Alejarnos de determinadas situaciones que nos resulten tóxicas, sumergiéndonos en ansiedad y estrés?

En definitiva, ¿cuál es el mensaje? Es necesario descubrirlo y entenderlo para evitar males mayores.

Pensando en el futuro

Personalmente, me resisto a conformarme con el estado actual de las cosas. No me malinterpretes; creo, acepto y respeto los diagnósticos, pero no permito que éstos me limiten. Seguir los tratamientos sugeridos y actuar responsablemente no significa que mis expectativas de vivir una vida plena se vean limitadas. Si algo me han enseñado estos tiempos pandémicos, es a pensar claramente en lo que deseo y proponerme alcanzarlo, por lejano que parezca. He dejado de aceptar los “no se puede”, “es muy difícil”, o “eso no va a pasar”. Y aunque parezca carecer de sentido, mi concentración principal no está en la meta, sino en el camino. Mientras avance, por lentamente que sea, la línea de llegada seguirá acercándose. Con más frecuencia de la que creemos, renunciamos a nuestros deseos antes de siquiera tomarnos el tiempo para considerarlos con calma. La vida nos tiende muchas trampas y, una de las más efectivas, es el vendernos la idea de “dejarlo para después”. Tal como dijo Napolen Hill**: “No esperes. El tiempo justo jamás llega.”

No dejes para mañana el comenzar a trabajar en tu mejoría, ya sea física o emocional. No pospongas para la próxima semana visitar a un especialista, que pueda arrojar luz sobre qué causa tu aflicción.

Empieza a caminar hoy hacia la meta, sin preocuparte de cuánto avanzarás hoy. Simplemente avanza, y ella continuará acercándose. Y una línea de llegada, siempre es prometedora.

Después de todo, qué otra cosa es una línea de llegada, que el anverso de una de partida.

* Mandy Hale es una “blogger”, autora “best seller” del New York Times y oradora. Es también la creadora del movimiento de medios sociales llamado “The Single Woman.”

** Oliver Napoleon Hill fue un escritor norteamericano de libros de auto ayuda.

2 visualizaciones

Commentaires


GV_ProfilePic.jpeg

Hola. Gracias por tu visita.

Espero que esta publicación te sea de ayuda e inspiración.

Si deseas dejar un comentario, ¡adelante!

bottom of page